"Es necesario destacar que, incluso entre los comunistas, poco se
comenta sobre la experiencia socialista coreana. Se suma la falta de
información con la idea preconcebida de las clases dominantes y muchas
cosas dejan de ser explicadas correctamente"
El texto La Idea Juche y la Revolución Coreana es, infelizmente, iniciado con estas tristes palabras. Ya comentaba sabiamente Ludo Martens, en su ilustre obra Otra mirada sobre Stalin acerca
de la dificultad de levantar la voz contra la furia antiestalinista
auspiciada por las clases reaccionarias. Él mismo comenta también,
sabiamente de nuevo, que la propaganda anticomunista contaminó no sólo a
aquellos que se dicen apolíticos, sino también a cientos de miles de
comunistas, combatientes anti-imperialista y demás miembros de las
fuerzas populares.
Pues bien, ese mismo caso se aplica a los días de hoy. Incluso
después de que la Historia probase cuan erradas y contrarrevolucionarias
son las posiciones antiestalinista, todavía hay quienes insisten en dar
cuartelillo a las posiciones de la burguesía con respecto a los países
socialistas.
Sin duda, de entre los países que decidieron mantener el rumbo
socialista incluso después de la caída de la URSS (como la República
Popular China, la República de Cuba, la República Socialista de Vietnam y
la República Democrática Popular de Corea), el último es el que pasa
por más dificultades, y también es el mayor objetivo en el cual la
propaganda anticomunista decidió posarse.
En España, todavía existen pocos o casi ningún escrito con una visión
revolucionaria en relación a la experiencia socialista de Corea, con la
salvedad del excelente trabajo del camarada Juan Nogueira, destacado
miembro de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) en el Estado
Español. Sin ningún género de dudas, para los que rechazan someterse al
huracán anticomunista, tal obra es una rica fuente de informaciones
sobra la República Popular Democrática de Corea y, por tanto, debe ser
leída y estudiada.
¿Qué es la idea Juche?
"Los revolucionarios deben tener como máxima de sus vidas y de sus
luchas la verdad de que confiándose y apoyándose en el pueblo, siempre se saldrá victorioso, pero si se es repudiado por éste, se sufrirán mil derrotas" Kim Il Sung - Presidente y líder histórico de la República Popular Democrática de Corea.
La ideología oficial del partido gobernante de la RPDC, el Partido del
Trabajo de Corea (PTC) es la idea Juche. La idea Juche fue desarrollada
por Kim Il Sung, líder de la revolución coreana y fundador del Partido
del Trabajo de Corea. De acuerdo con los comunistas coreanos, la
superioridad de la idea Juche consiste en el hecho de que, indicando la
posición y el papel del hombre en el mundo, se esclarece de manera más
científica la forma en la que el hombre forja su destino. El problema
fundamental de la filosofía es la relación entre el pensar y la
existencia y pasa a ser entre el mundo y el hombre. Según los actuales
dirigentes coreanos, la idea Juche no es el marxismo-leninismo adaptado a
la realidad coreana, sino una nueva ideología, superior al propio
marxismo. Es el socialismo científico alzado al máximo exponente. En
palabras de Kim Jong Il, principal líder de la RPDC:
"Si el marxismo creyó por primera vez en la concepción revolucionaria
del mundo de la clase trabajadora, la idea Juche lo perfecciona,
desarrollando una etapa superior."
En sus memorias Kim Il Sung nos revela que durante la lucha
revolucionaria "su doctrina", "su credo" fue llamado "iminwichon", que
significa considerar al pueblo como el centro de todo. El principio
básico de la idea Juche es que las masas populares son dueñas del mundo y
de su propio destino.
La RPDC fue fundada en un periodo de crecimiento del movimiento
revolucionario, más concretamente en el año 1948, un año antes de la
fundación de la República Popular China. Así como las demás revoluciones
que triunfaron en Asia, la defensa de la dignidad nacional estaba en
primer plano. Para los comunistas coreanos sólo podría existir la
defensa de la dignidad nacional si tal lucha estuviese ligada
orgánicamente com la lucha por el socialismo. Solo quien vivió aquel
sombrío periodo puede relatar con precisión lo que era vivir en un país
ocupado por el imperialismo japonés. Las heridas dejadas por la invasión
japonesa y, más tarde, por la guerra promovida por el imperialismo
norteamericano todavía sangran y duelen profundamente en el corazón de
los coreanos. Es de recibo recordar que el país asiático donde más
ocurren protestas contra los Estados Unidos es precisamente Corea del
Sur.
Patriotismo, nacionalismo y comunismo: ¿alguna contradicción?
Una de las grandes polémicas que perduran dentro del campo de las
fuerzas revolucionarias, hasta los días de hoy, es la posibilidad de
relacionar ideas nacionalistas con ideas comunistas. Las revoluciones de
liberación nacional, como las que tuvieron lugar en Asia y África,
demostraron empíricamente que la cuestión nacional es lo que liga a las
masas populares de los países subyugados por el dominio económico y
militar del imperialismo con el socialismo. Con todo, para no generar
confusión, es necesario distinguir dos tipos de nacionalismo: aquel
profesado por los imperialistas, que legitima agresiones, invasiones y
expoliaciones, y el nacionalismo popular de las masas de países
subyugados, que defiende los intereses de la nación contra los invasores
y la exploración imperialista. En definitiva, se trata de dos conceptos
diferentes de nacionalismo: el de la burguesía y el de las masas
oprimidas.
En el texto Para comprender correctamente el nacionalismo,
Kim Jong Il llama la atención y expone la necesidad de diferenciar el
"verdadero nacionalismo" del "nacionalismo de la burguesía". Para él, el
nacionalismo burgués se manifiesta como "egoísmo nacional",
"exclusivismo" y "chauvinismo de gran potencia". Esa afirmación no es
ninguna novedad dentro del movimiento comunista internacional, aunque
aun así algunos países socialistas llegaron a cometer ese desvío. Para
los comunistas coreanos los grandes clásicos del marxismo-leninismo no
dieron respuestas suficientes al respecto del sentimiento nacionalista,
debido al gran combate que la teoría revolucionaria llevó a cabo contra
esta idea, lo cual permitió que no se tratase correctamente ese aspecto
de la teoría. Kim Jong Il afirma que: "El nacionalismo no está en
contradicción con el internacionalismo. Internacionalismo es ayuda,
apoyo y solidaridad entre los países y naciones (...) Para decir la
verdad, un internacionalismo al margen de la nación y divorciado del
nacionalismo no significa nada."
Otro ejemplo clásico de unión de ideales nacional-patrióticos y
comunistas es el caso de Vietnam. Ho Chi Minh, uno de los mayores
revolucionarios de la Historia, afirma que fue el patriotismo, y no el
comunismo, lo que lo llevó a unirse a Lenin y a la III Internacional.
Teniendo en consideración que en países subyugados por el imperialismo,
pueden formar parte de los que llamamos "masas populares" varias clases
sociales diferentes (obreros, campesinos, pequeña burguesía, burguesía
nacional), es necesario que los comunistas comprendan que su concepción
de nacionalismo y patriotismo difiere de la concepción burguesa.
Analizando el caso coreano, muchos sectores de la burguesía nacional
afirmaban que tras la liberación de la Patria, lo que debería realizarse
era la restauración de la antigua monarquía, o algunos con esperanzas
reformistas, afirmaban que el camino correcto a seguir era la
construcción del capitalismo. Los hechos demostraron que solamente los
comunistas podrían llevar la lucha revolucionaria del pueblo coreano
hasta el final, defendiendo un nacionalismo popular de carácter
revolucionario.
Los países asiáticos que realizaron revoluciones socialista y después
resistieron la caída del campo socialista no cedieron ni un ápice de su
carácter internacionalista. Es un principio de clase inherente a la
ideología comunista, pero al mismo tiempo no pueden ceder un ápice de
sus intereses nacionales, teniendo en cuenta que el imperialismo todavía
amenaza la independencia de los pueblos del mundo y principalmente la
soberanía de esos países. Basta analizar el apoyo que los Estados Unidos
dieron, y todavía dan, a los separatistas tibetanos y al Dalai Lama, en
la lucha por la desestabilización de la República Popular China.
Recordando que la cuestión nacional se hace presente en muchos países
del llamado "Tercer Mundo" y no solamente en los países socialistas que
todavía existen.
Mas es de recibo abordar otro problema, que nos lleva a defender la
todavía presente centralidad de la cuestión nacional en la revolución
coreana. Debemos tener en consideración que Corea es un país ocupado y
dividido. La RPDC sufre no solamente un poderoso bloqueo económico, sino
también militar. El riesgo de una posible guerra todavía es una
realidad en la vida del pueblo. Tras el fin de la Guerra de Corea, no
fue firmado ningún tratado de paz entre EEUU y Corea Popular. Incentivar
el sentimiento patriótico es una manera de estimular el espíritu de las
masas en el combate al imperialismo y en la resolución del problema de
la reunificación de la patria. El problema de la reunificación de la
patria solo será debidamente solucionado cuando las tropas americanas
abandonen el sur de la península, para que sea el propio pueblo coreano
el que resuelva los problemas relevantes a su reunificación nacional
pacífica.
El movimiento comunista coreano y la lucha por la liberación de la patria
El triunfo de la Revolución de Octubre trajo nuevos vientos para todo el
mundo y en Asia, obviamente, no fue distinto. En aquella época Corea se
encontraba bajo ocupación japonesa y la lucha por la liberación
nacional era la principal bandera de lucha de los progresistas coreanos. Fue
en ese escenario en el que comenzó el surgimiento de personas adeptas a
los ideales comunistas, teniendo en cuenta el declive del nacionalismo
burgués. Antes justo del triunfo de la revolución en Rusia, fue fundada
en Corea una organización llamada ANC (Asociación Nacional Coreana). Era
una organización clandestina que tenía como objetivo promover la
liberación del país y construir un Estado "soberano" y "civilizado".
La base social de la ANC era muy amplia, una organización de masas, que
contaba con la presencia de trabajadores, campesinos, estudiantes,
militares independentistas, comerciantes, religiosos, etc. Kim Hyong
Jik, padre de Kim Il Sung, fue uno de los fundadores de la ANC.
El Partido Comunista de Corea fue fundado en 1925 y disuelto en 1928,
tras años de represión brutal y muchas disputas fraccionarias dentro del
Partido. Kim Il Sung acostumbraba a tratar con cierto desprecio las
diversas facciones que se decían marxistas-leninistas, como era el caso
del grupo "Unión Marxista-Leninista" y el "Grupo Hwayo". En 1926 Kim Il
Sung creó la UDI (Unión para la Derrota del Imperialismo). Al mismo
tiempo que permaneció en una escuela militar dirigida por nacionalistas
coreanos, fortaleció la idea de que, con aquella ideología (nacionalista
burguesa) y los métodos militares utilizados por las fuerzas
independentistas, la independencia de Corea no se alcanzaría.
En el acontecer de la lucha revolucionaria, tras el largo proceso de
reflexión de los aspectos ideológicos que guiaban la acción de los
comunistas coreanos, Kim Il Sung concibe la idea Juche. El objetivo de
la nueva idea revolucionaria era el de dotar a las masas populares de
una ideología que buscase la independencia de Corea, apoyándose en la
propia fuerza del pueblo coreano. Kim Il Sung concluyó que cada nación
puede hacer triunfar su revolución solamente bajo su propia
responsabilidad, y que los problemas surgidos en el interior del proceso
deberían ser solucionados de manera independiente.
La Conferencia de Kalun y el giro de la revolución coreana
El 30 de junio de 1930 tuvo lugar en Kalun (China) una reunión de
dirigentes de la Juventud Comunista y Anti-imperialista. Tal reunión
representaría un antes y un después en la historia del movimiento
comunista coreano. En ella, Kim Il Sung presentó un informe titulado "El
camino a seguir por la revolución coreana", que presenta por primera
vez las concepciones de la idea Juche. Las principales directrices de la
reunión definían:
- La primera etapa de la revolución coreana era democrática, anti-imperialista y anti-feudal
- Las principales fuerzas de la revolución están constituidas por los amplios sectores anti-imperialistas de la sociedad coreana, formados por campesinos, trabajadores, estudiantes, intelectuales, pequeños propietarios, religiosos y capitalistas que poseían alguna conciencia nacional.
- Constituir un Ejército Revolucionario de Corea, que conduciría la Lucha Armada Antijaponesa.
- Fundar de manera independiente un partido revolucionario y comunista, corrigiendo los errores que llevaron a la liquidación del antiguo Partido.
La primera organización del nuevo Partido surge tras la clausura de la
Conferencia de Kalun y es llamada Asociación de Camaradas Konsol. Más
tarde, se constituye el Ejército Revolucionario de Corea. La nueva
orientación surgida en la Conferencia de Kalun gana el apoyo de la
Internacional Comunista.
Después de duras batallas, en 1945, finalmente, el pueblo coreano vence
al imperialismo japonés; el pueblo coreano, a través de sus
organizaciones clandestinas, el Ejército Popular Revolucionario y el
Ejército Rojo de la URSS fueron los principales actores de la revolución
coreana. Comités Populares se expandieron por todo el territorio
coreano, constituyendo así un órgano de poder popular constituido por el
propio pueblo coreano. La Unión Soviética permaneció estacionada en la
parte norte de la península. Los Estados Unidos sólo entrarían en la
parte sur de la península coreana, tres semanas después de la liberación
del país, y luego tratarían de reprimir violentamente los Comités
Populares, devolviendo el poder a los antiguos oligarcas representantes
del régimen colonial. La URSS retiró sus tropas de Corea en 1948, por
contra a los Estados Unidos, que mantienen sus tropas hasta el día de
hoy.
La lucha revolucionaria del pueblo coreano nace de la lucha por la
independencia, que comenzó a estar más organizada tras la fundación de
la ANC. Incluso después de años de luchas por la liberación, la
revolución coreana está inconclusa. El país sigue ocupado por fuerzas
imperialistas, estacionadas en el sur, que impiden el antiguo sueño de
las masas populares coreanas por la independencia. El imperialismo
americano impone al pueblo coreano una nueva experiencia de humillación:
la división del país. En un país ocupado, bloqueado, que sufre amenazas
constantes de la más poderosa máquina de guerra de la Historia, la
idea Juche representa la sistematización teórica de la larga trayectoria
revolucionaria del pueblo coreano, de su anhelo por la autonomía,
adecuando los principios básicos del socialismo científico a la realidad
coreana:
Referencias bibliográficas
- Jong Il, Kim. Sobre la idea Juche. Pyongyang: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1982, Corea.
- Il Sung, Kim: Breve biografía. Pyongyang: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 2001, Corea.
- Il Sung, Kim: En el transcurso del siglo (vol. 1 y 2). Pyongyang: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 2001, Corea.
- Jong Il, Kim: Para comprender correctamente el nacionalismo. Pyongyang. 2002, Corea.
- Nogueira López, Juan: 61 años de Revolución en Corea.