Pyongyang, 2 de diciembre (ATCC) -- En estos tiempos, centra la atención de la sociedad internacional un articulo del periódico singapurense Straits Times que confirma la posesión de armas nucleares por Israel.
Según el rotativo, durante las conservaciones con la premier israelí Golda Meir sostenidas en 1969, el entonces presidente norteamericano Nixon concertó un convenio secreto, en el cual EE.UU. se comprometió a admitir la capacidad nuclear de Israel y dejar de presionarlo para que firmara el Tratado de No Proliferación a condición de que ese último no publique arbitrariamente su capacidad nuclear.
Los sucesivos mandatarios norteamericanos, inclusive la actual administración Obama, observan estrictamente ese convenio.
Por su parte, Israel practica desde entonces la política NCND (no confirmar ni negar) en el tema de sus armas nucleares.
Este artículo es una prueba que demuestra claramente la situación de desarrollo de armas nucleares por Israel y lo injusto de la pauta de doble rasero de EE.UU. en el problema nuclear.
La teoría de posesión de armas nucleares del país hebreo deviene desde hace mucho tiempo una de las importantes polémicas de la sociedad internacional.
Israel comenzó a impulsar secretamente su programa nuclear ya a finales de la década de 1940 e intentó obtener la técnica de fabricación de armas nucleares.
En el periodo de la tercera Guerra del Medio Oriente, tenía 15 ojivas nucleares y esta cifra se incrementó a 200 en la década de 1980.
Además, están en posesión de Israel centenares de toneladas de sustancias para fabricar las armas nucleares.
Así Israel se ha convertido en el sexto portador más grande de armas nucleares del mundo.
El armamentismo nuclear de Israel contó con el activo apoyo técnico y material y el amparo tácito de EE.UU.
Según su decisión de "ayudar" el desarrollo nuclear de Israel, el imperio envió a sus físicos nucleares y el uranio altamente enriquecido.
Además, amparo tácitamente a Israel cuando la posesión y la proliferación de armas nucleares de este país producían un gran revuelo en todo el mundo.
Sucedió lo mismo cuando el periódico británico Guardian revelo este año que en la década de 1970 hubo conversaciones secretas entre los gobiernos israelí y sudafricano sobre el tráfico de armas nucleares.
Para colmo, la jefa de la diplomacia norteamericana elogio a Israel diciendo que este país "puede hacer muchas cosas" para impedir la adquisición de sustancias nucleares por parte de los terroristas, la cual causa mayor preocupación del mundo.
Estimulado por el apoyo de EE.UU., Israel insiste en que la sociedad internacional no tiene derecho a presionarlo en el tema nuclear y se atrevió a acusar a algunos países diciendo que "estos amenazan su existencia".
Estos datos demuestran claramente que EE.UU. es cómplice y colaborador en el armamentismo nuclear de Israel.
Si bien hace vista gorda, defiende y hasta colabora con los "países aliados" y satélites, el imperio cuestiona las actividades nucleares con fines pacíficos de los países, que no le agradan, describiéndolos como "criminales nucleares".
Esta actitud de doble cara se manifiesta coherentemente en los casos de la RPDC e Iran.
Por otra parte, el imperio norteamericano acelera la modernización de sus armas nucleares.
Hace poco, EE.UU. realizó la prueba nuclear subcrítica bajo el pretexto de "asegurar la estabilidad de su arsenal nuclear" y pretende desembolsar 4 mil millones de US $ para la modernización de instalaciones nucleares.
De esta manera, la administración Obama, que preconiza el "mundo sin armas nucleares", expuso su siniestra intención.
El proyecto del "mundo desnuclearizado" de EE.UU. no pasa de ser una cortina de humos para ocultar su ambición de dominar el mundo con armas nucleares y engañar a la humanidad.
Al perseguir de continuo su ambición nuclear, ese portador de armas nucleares no. 1 del mundo y criminal de guerra nuclear comete otro peor crimen contra la humanidad.
Nadie tiene derecho a actuar arbitrariamente en el tema nuclear ni aplicar la pauta de doble rasero.
Recae enteramente sobre EE.UU la responsabilidad del crecimiento a escala mundial de la amenaza nuclear y peligro de proliferación nuclear.
Fuente: ATCC - KCNA.