Pyongyang, 3 de junio (ATCC) - En relación a la reciente y brutal provocación de máxima gravedad cometida por la camarilla de traidores surcoreanos, el portavoz del Estado Mayor General (EMG) del Ejército Popular de Corea publicó este viernes la siguiente declaración:
Últimamente, la camarilla del traidor Lee Myung Bak instigó a sus esbirros bribones del ejército títere surcoreano a colocar en los campos de entrenamiento en distintas partes del Sur de Corea, como Yangju y la ciudad de Inchon, en la provincia de Kyonggi, consignas y otros materiales de propaganda que calumnian al sistema socialista de la República Popular Democrática de Corea.
Para colmo, cometen la imperdonable locura de disparar sobre blancos que ofenden la máxima dignidad de la RPDC.
Esta histeria fuera de la imaginación del hombre implica el climax de la campaña de enfrentamiento fratricida que deja consternada a toda la nación coreana.
El año pasado, la camarilla del traidor Lee desató un gran escándalo al ejercitar el tiro de artillería tomando por blanco la bandera nacional de la RPDC.
Anteriormente, hubo en el Sur de Corea un dictador de "renovación", así como un matón militar y fascista que hizo temblar de indignación a todo el pueblo coreano. Ni siquiera ellos se atrevieron a ofender la dignidad de la RPDC.
Es que ellos sabían muy bien que la nación coreana considera la dignidad y el honor de la RPDC comunes, y que se levantarían unánimente Norte y Sur para defenderla aunque tras ello cayera el cielo y se quebrase la Tierra. Eran profundamente conscientes también de que si ellos desafían a esa dignidad, llegaría todo al colapso, inclusive las relaciones entre Norte y Sur.
Sin embargo, la banda de Lee Myung Bak demostró esta vez su origen maniático de búsqueda de la confrontación fratricida, de la cual se sentirían deshonrados hasta los anteriores fascistas surcoreanos, y de gangsters que no conocen ni la más elemental ética ni moral.
En cuanto a esa provocación de máxima gravedad de la camarilla del traidor Lee, que dejó de ser humano hace mucho tiempo, en el seno de los diferentes sectores del Sur de Corea resuenan las voces que la denuncian como "imprudente provocación política" sin precedentes que afrontará las protestas de toda la nación coreana.
Apretados por la situación dada, los compinches del traidor Lee se hacen los tontos mientras los belicistas del círculo militar títere orquestan una farsa barata haciendo circular el rumor, como si eso no se tratara de una medida organizada sino una "acción aislada de algunos individuos". Pero no podrán eludir en ningún caso su macro-crimen de traición concretado ya en hechos.
Reflejando la indignación incontenible de nuestro Ejército Popular y su unánime voluntad de tomar la venganza mil veces más fuerte, el Estado Mayor General del EPC expone la siguiente posición:
Todas las unidades terrestres, navales y aéreas del Ejército Popular de Corea y de la Guardia Roja Obrera y Campesina intensificarán gradualmente las acciones de venganza militar real y total hasta que las autoridades títeres tomen las medidas para castigar a los autores principales del caso y que pidan perdón.
El mundo verá claramente cómo son las acciones de represalia de todos nuestros militares y civiles para defender la máxima dignidad de nuestra Patria y Nación, y cuál será el destino del traidor Lee Myung Bak y los belicistas de la cúpula militar títere del Sur de Corea, que se portan tan frívolamente sin ningún miedo.
Últimamente, la camarilla del traidor Lee Myung Bak instigó a sus esbirros bribones del ejército títere surcoreano a colocar en los campos de entrenamiento en distintas partes del Sur de Corea, como Yangju y la ciudad de Inchon, en la provincia de Kyonggi, consignas y otros materiales de propaganda que calumnian al sistema socialista de la República Popular Democrática de Corea.
Para colmo, cometen la imperdonable locura de disparar sobre blancos que ofenden la máxima dignidad de la RPDC.
Esta histeria fuera de la imaginación del hombre implica el climax de la campaña de enfrentamiento fratricida que deja consternada a toda la nación coreana.
El año pasado, la camarilla del traidor Lee desató un gran escándalo al ejercitar el tiro de artillería tomando por blanco la bandera nacional de la RPDC.
Anteriormente, hubo en el Sur de Corea un dictador de "renovación", así como un matón militar y fascista que hizo temblar de indignación a todo el pueblo coreano. Ni siquiera ellos se atrevieron a ofender la dignidad de la RPDC.
Es que ellos sabían muy bien que la nación coreana considera la dignidad y el honor de la RPDC comunes, y que se levantarían unánimente Norte y Sur para defenderla aunque tras ello cayera el cielo y se quebrase la Tierra. Eran profundamente conscientes también de que si ellos desafían a esa dignidad, llegaría todo al colapso, inclusive las relaciones entre Norte y Sur.
Sin embargo, la banda de Lee Myung Bak demostró esta vez su origen maniático de búsqueda de la confrontación fratricida, de la cual se sentirían deshonrados hasta los anteriores fascistas surcoreanos, y de gangsters que no conocen ni la más elemental ética ni moral.
En cuanto a esa provocación de máxima gravedad de la camarilla del traidor Lee, que dejó de ser humano hace mucho tiempo, en el seno de los diferentes sectores del Sur de Corea resuenan las voces que la denuncian como "imprudente provocación política" sin precedentes que afrontará las protestas de toda la nación coreana.
Apretados por la situación dada, los compinches del traidor Lee se hacen los tontos mientras los belicistas del círculo militar títere orquestan una farsa barata haciendo circular el rumor, como si eso no se tratara de una medida organizada sino una "acción aislada de algunos individuos". Pero no podrán eludir en ningún caso su macro-crimen de traición concretado ya en hechos.
Reflejando la indignación incontenible de nuestro Ejército Popular y su unánime voluntad de tomar la venganza mil veces más fuerte, el Estado Mayor General del EPC expone la siguiente posición:
- Las autoridades títeres surcoreanas deben tomar medidas y castigar inmediata y severamente a los autores principales de ese crimen antinacional de pésima calaña. Los que ofendieron, aunque en lo mínimo, nuestra dignidad, no tienen ningún refugio en este territorio. Las autoridades títeres deben condenar inmediatamente, en nombre común de toda la nación, al traidor Lee Myung Bak, que vino inculcando el sentimiento hostil hacia la RPDC desde su llegada al poder, y a los bribones militares, incluido el Ministro títere de Defensa Nacional, Kim Kwan Jin, que instuyeron el afianzamiento de la "concepción de seguridad" y la del "enemigo principal" a las unidades del ejército títere para este año, cometiendo el presente crimen como un paso de su ejecución. Seguiremos de cerca la actitud de las autoridades títeres surcoreanas sobre el presente caso.
- Las autoridades títeres surcoreanas deben disculparse oficialmente ante toda la nación por su provocación de máxima gravedad y garantizar de igual manera la prevención de nuevos sucesos de este tipo. El presente crimen no tiene justificación ni se alivia con excusas superficiales. En estos momentos en que llega al climax el ánimo de venganza de nuestro Ejército Popular y nuestro pueblo enardecido, las autoridades títeres deben pedir perdón ante la nación por las fechorías del traidor Lee y los bribones militar, tomando las medidas responsables para prevenir que se repita lo sucedido.
- Desde ahora, las unidades terrestres, navales y aéreas del Ejército Popular de Corea y las de la Guardia Roja Obrera y Campesina entrarán en acción militar de venganza real y total para exterminar de un solo golpe a la horda de traidores.
Todas las unidades terrestres, navales y aéreas del Ejército Popular de Corea y de la Guardia Roja Obrera y Campesina intensificarán gradualmente las acciones de venganza militar real y total hasta que las autoridades títeres tomen las medidas para castigar a los autores principales del caso y que pidan perdón.
El mundo verá claramente cómo son las acciones de represalia de todos nuestros militares y civiles para defender la máxima dignidad de nuestra Patria y Nación, y cuál será el destino del traidor Lee Myung Bak y los belicistas de la cúpula militar títere del Sur de Corea, que se portan tan frívolamente sin ningún miedo.