En su artículo individual publicado este lunes, el diario Rodong Sinmun afirmó que las sanciones y el bloqueo económico son uno de los métodos habituales de los imperialistas de agresión, y continúa:
En el pasado, cuando el sistema político o el modelo económico de algún país no convenía a los objetivos de dominación y saqueo occidentales, los imperialistas norteamericanos le imponían un modelo político y económico Occidental, bajo la acusación de violaciones de los "derechos humanos" y la "democracia".
Hoy en día, sancionan y bloquean a los países que no les agradan, pero ahora lo justifican calificándolos de "terroristas" y "proliferación de armas de destrucción masiva".
Si bien EE.UU. argumenta que las sanciones económicas son para asegurar la "paz y la estabilidad", la "democracia" y los "DDHH" en el mundo, esto no podrá encubrir jamás el carácter injusto y agresivo de un bloqueo.
En los últimos años, el imperio viene actuando desesperadamente para formar un cerco internacional contra la RPDC, hablando sobre el "peligro de proliferación de las armas de destrucción masiva".
Cuando resultaron fracasados todos sus métodos para atropellar y doblegar a la RPDC, como la táctica de la "zanahoria" de inducción al desarme o la presión militar; EE.UU. trata de alcanzar su meta mediante la sanción.
Pero EE.UU. y sus aliados no conseguirán amedrentar con sanciones al pueblo coreano, ni alcanzar sus fines políticos y militares.
Cuando se haga imposible confiar en que la ley internacional y el acuerdo de armisticio disuadan la guerra, surgirá inevitablemente la demanda del otro disuasivo.
La RPDC no puede estar con brazos cruzados, puesto que el endurecimiento de las sanciones contra ella por parte de EE.UU. y sus satélites es una provocación premeditada para desatar una nueva guerra en la Península Coreana.
En el pasado, cuando el sistema político o el modelo económico de algún país no convenía a los objetivos de dominación y saqueo occidentales, los imperialistas norteamericanos le imponían un modelo político y económico Occidental, bajo la acusación de violaciones de los "derechos humanos" y la "democracia".
Hoy en día, sancionan y bloquean a los países que no les agradan, pero ahora lo justifican calificándolos de "terroristas" y "proliferación de armas de destrucción masiva".
Si bien EE.UU. argumenta que las sanciones económicas son para asegurar la "paz y la estabilidad", la "democracia" y los "DDHH" en el mundo, esto no podrá encubrir jamás el carácter injusto y agresivo de un bloqueo.
En los últimos años, el imperio viene actuando desesperadamente para formar un cerco internacional contra la RPDC, hablando sobre el "peligro de proliferación de las armas de destrucción masiva".
Cuando resultaron fracasados todos sus métodos para atropellar y doblegar a la RPDC, como la táctica de la "zanahoria" de inducción al desarme o la presión militar; EE.UU. trata de alcanzar su meta mediante la sanción.
Pero EE.UU. y sus aliados no conseguirán amedrentar con sanciones al pueblo coreano, ni alcanzar sus fines políticos y militares.
Cuando se haga imposible confiar en que la ley internacional y el acuerdo de armisticio disuadan la guerra, surgirá inevitablemente la demanda del otro disuasivo.
La RPDC no puede estar con brazos cruzados, puesto que el endurecimiento de las sanciones contra ella por parte de EE.UU. y sus satélites es una provocación premeditada para desatar una nueva guerra en la Península Coreana.